Mañana lunes 26 (22:00) vuelve el programa "Tengo una pregunta para usted" con Zapatero como invitado. Y he de reconocer que es un programa que me gusta bastante.
Me atrae el formato porque, aunque un político de la talla de zapatitos o rajuá se las sabe todas, es una oportunidad única para que nosotros, a través de unos cuantos ciudadanos de distintas opiniones pidan explicaciones a nuestros gobernantes. Obviamente sin acritud ni violencia pero sí pidiendo responsabilidades a uno de nuestros empleados (no olvidemos que su sueldo como presidente lo pagamos todos). Incluso aunque algunas preguntas sean muy básicas y otras más elaboradas y razondas, le obligan a razonar al político de turno sobre nuestra forma de pensar y sentir nuestros problemas como suyos.
Es una oportunidad única para que responda ante nosotros desde lo más cotidiano hasta las políticas macroeconómicas. Sin embargo, nosotros nos empeñamos en desaprovechar oportunidades como éstas. Y a las pruebas me remito...
¿Con qué nos quedamos de los anteriores programas?.... ¡Ohhhh! de cuánto cuesta un café y del sueldo de un político.... Sí, tristemente, es lo único que recordamos y lo único que apareció en los medios de comunicación. Nadie recordaba las respuestas de zapatitos o rajuá sobre economía, educación, salud, políticas sociales, guerras... Pero todo el mundo debatía (depende del lado político) de que uno no merecía su voto porque no sabía cuanto costaba un café (¿desde cuándo es importante esto para gobernar un país?) o no votar al otro por no indicar su sueldo ¿Y quenos importa? Es que me parece lógico. Primero porque probablemente ni lo sepa (tendrá sueldo de partido, sueldo estatal, inversiones...) y además porque es lógico que le paguemos bastante más dinero de 300€/mes... eso sí le tenemos que exigir rentas por lo que cobra.
Y aquí me encuentro yo en ese dilema moral: ver o no el programa. Verlo y disfrutar de las preguntas y de cómo sudan tinta china pero cabrearme después con los debates estériles sobre pregunta estúpidas. O no verlo y no sentir la vegüenza ajena... Bueno, supongo que al final, lo veré... y opinaré... pero lo que no sé es si la próxima vez que alguien diga que los políticos son una mierda aguantaré sin decir:
¡PUES SON INCLUSO MEJORES DE LO QUE NOS MERECEMOS! (que ya es decir) ;)
Me atrae el formato porque, aunque un político de la talla de zapatitos o rajuá se las sabe todas, es una oportunidad única para que nosotros, a través de unos cuantos ciudadanos de distintas opiniones pidan explicaciones a nuestros gobernantes. Obviamente sin acritud ni violencia pero sí pidiendo responsabilidades a uno de nuestros empleados (no olvidemos que su sueldo como presidente lo pagamos todos). Incluso aunque algunas preguntas sean muy básicas y otras más elaboradas y razondas, le obligan a razonar al político de turno sobre nuestra forma de pensar y sentir nuestros problemas como suyos.
Es una oportunidad única para que responda ante nosotros desde lo más cotidiano hasta las políticas macroeconómicas. Sin embargo, nosotros nos empeñamos en desaprovechar oportunidades como éstas. Y a las pruebas me remito...
¿Con qué nos quedamos de los anteriores programas?.... ¡Ohhhh! de cuánto cuesta un café y del sueldo de un político.... Sí, tristemente, es lo único que recordamos y lo único que apareció en los medios de comunicación. Nadie recordaba las respuestas de zapatitos o rajuá sobre economía, educación, salud, políticas sociales, guerras... Pero todo el mundo debatía (depende del lado político) de que uno no merecía su voto porque no sabía cuanto costaba un café (¿desde cuándo es importante esto para gobernar un país?) o no votar al otro por no indicar su sueldo ¿Y quenos importa? Es que me parece lógico. Primero porque probablemente ni lo sepa (tendrá sueldo de partido, sueldo estatal, inversiones...) y además porque es lógico que le paguemos bastante más dinero de 300€/mes... eso sí le tenemos que exigir rentas por lo que cobra.
Y aquí me encuentro yo en ese dilema moral: ver o no el programa. Verlo y disfrutar de las preguntas y de cómo sudan tinta china pero cabrearme después con los debates estériles sobre pregunta estúpidas. O no verlo y no sentir la vegüenza ajena... Bueno, supongo que al final, lo veré... y opinaré... pero lo que no sé es si la próxima vez que alguien diga que los políticos son una mierda aguantaré sin decir:
¡PUES SON INCLUSO MEJORES DE LO QUE NOS MERECEMOS! (que ya es decir) ;)
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