La semana pasada vimos la nueva película del Ché, protagonizada por Benicio del Toro. Aunque me vaya por las ramas quiero dejar constancia de que la película me gustó bastante. Sobre todo porque pese a ser un tema muy trillado (y que ya se sabe uno el final :)), la cuenta de una manera muy diferente con saltos temporales y retratando de una manera más real al Ché, alejado del idealismo en el que lo enmarcamos.
Por otro lado, ayer se cumplieron 60 años del asesinato de Gandhi. Sí, ese pobre hombre con gafas que era de Asia ¿no? El que no sale en anuncios ni nadie imita su look ni sus símbolos...
Todos estaremos de acuerdo en que fueron dos iconos del siglo pasado. Sin embargo, me sigue sorprendiendo la enorme diferencia en la "fama" que tiene que cada uno de ellos entre la población de a pie.
Mientras Gandhi no supone una referencia en absoluto para gran parte de la población que nos rodea, el Ché aparece como un icono de las libertades y de la lucha del pueblo. Es decir, todo un ejemplo a seguir.
Pues bien, no estoy de acuerdo con este mensaje. Primero, porque se olvida que la Revolución supuso la muerte de bastantes personas. Sí, del otro bando. Pero personas. Segundo, porque las teorías del Ché se edifican sobre mensajes como "La única forma de ser libres es con la lucha armada", "Libertad o muerte" o "la lucha sindical no doblegará a Batista".
Este último punto puede ser fácilmente rebatido poniendo de fondo la "lucha" de la India de Gandhi. Él nos demuestra que es posible conseguir unos objetivos mediante la no-violencia activa. O mejor dicho, que nuestros fines no justifican la muerte de otros seres humanos.
Con esto no quiero decir que el Ché sea la peor persona del mundo. Pero sí que no es el ejemplo que a mi me gustaría que siguiese la gente. Porque si no, ¿cómo puedo estar en contra de ETA? Si es un grupo armado que también persigue la libertad ante el pueblo opresor aún a costa de su muerte...
Y con esto llego a mi deseo para el 2009: más Gandhi y menos Ché. Es decir, que nos demos cuenta de que la agresión de otros no nos fuerza a la violencia contra ellos, que ser pacífico no es ser débil... y no sólo en la lucha entre pueblos sino también en nuestra vida cotidiana: en nuestra familia, en el mensaje a los más pequeños, con nuestros amigos...
Pero claro, es un camino difícil que requiere mucho empeño. Que requiere valores morales y olvidar los pensamientos negativos que a todos nos vienen al instante. Requiere aparcar el odio pero al mismo tiempo ser firme en tus principios....
Requiere esfuerzo... y eso no está de moda...
1 comentario:
Esto mismo siempre lo digo yo!!!! jejeje
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