NOTA1: Dejadme por un día que me pase a temas más banales
NOTA2: El contenido de este post es gratuito. Hasta para los de las SGAE. No solamente porque no lo compraría nadie sino porque me lo paso bien escribiendo y no me hace falta que me paguen.
Es justo que cada uno devuelva al mundo lo que éste le ha aportado... Y ¿por qué digo esto? Pues porque hace un tiempo me dieron un consejo que me ha servido de mucho en las cenas o comidas a las que voy invitado. Fui mi tío Modesto y me dijo que si no tienes ni idea de vinos (mi caso) y no sabes qué llevar a una comida a la que te invitan, lleva un crianza de unos 2-3 años de antigüedad que nunca quedarás mal. Ni quedas de rata ni de demasiado espléndido al mismo tiempo que te ahorras el tiempo perdido delante de las baldas de vino mirando como lo hacen las vacas cuando pasa el tren. Con este nuevo consejo es muy sencillo: piensas en el año en el que estamos (parece fácil pero no lo es); le restas 2-3 años y te quedas con un grupo pequeño de vinos que elegir. Entonces sí, puedes guiarte por tu único criterio: lo bonita que es la botella.
Y aquí viene mi gran aportación al mundo. Cuando invitas a alguien a casa (ya sea una velada entre amigos o entre familiares o entre parejas) te debates entre poner música de fondo o no. Sabes que siempre da un toque más chic el hecho de tener una bonita música de fondo que acompañe a las conversaciones. Pero... ¿qué poner? Puedes optar por algo que a ti te guste mucho... y los invitados te dirán que les gusta. Pero no es verdad... A nadie le gusta que el anfitrión se emocione con la canción que está sonando justo ahora. Puedes optar por poner música que a ellos les guste pero te arriesgas a que se pongan a cantar entre ellos todas las letras y te dejen mirando el vino (de 3 años) con cara de "eresmiúnicoamigo") Puedes elegir el estilo equivocado, justo lo que no les gusta, puedes elegir un disco con canciones lentas pero otras estridentes....
Pues bien, mi briconsejo de hoy es que hay una opción con la que no vas a quedar nunca mal y vas a hacer la velada más agradable: Jack Johnson. Pon el Spotify o lo que sea y pones a sonar todas las canciones de sus discos. Todas con un ritmo pausado, dulce, fácil de escuchar (y fácil de ignorar si se desea)... No puedes quedar mal. Si vienen tus padres o tus abuelos, es una música tranquila que no les va a molestar. Si viene tu amigo alternativillo de medio pelo no te va a criticar por poner música comercial. Es más, igual hasta subes algún punto en su ranking de molones. Si les gusta Bisbal o Marc Anthony (¡Dios! ¡Qué grima me da este hombre!) les va a resultar llamativo. Y seguro que cuando ya estéis recogiendo os preguntarán "y ¿cómo dices que se llama?". Entonces, quizás, puedas aprovechar para deslizar sutilmente, como si no le dieséis ninguna importancia, una historia como esta: "Pues se llama Jack Johson. Resulta que es un antiguo surfista que se rompió una pierna y durante ese tiempo fue cuando consiguió ser bueno tocando la guitarra y empezar a componer canciones....". No me preguntéis por qué pero resulta que a casi todo el mundo le atrae esta historia.
He aquí mi gran aportación al mundo mundial. Así que, chicos, solo queda que Jack saque su guitarra y nos muestre como es su canción "Times like these".
NOTA2: El contenido de este post es gratuito. Hasta para los de las SGAE. No solamente porque no lo compraría nadie sino porque me lo paso bien escribiendo y no me hace falta que me paguen.
Es justo que cada uno devuelva al mundo lo que éste le ha aportado... Y ¿por qué digo esto? Pues porque hace un tiempo me dieron un consejo que me ha servido de mucho en las cenas o comidas a las que voy invitado. Fui mi tío Modesto y me dijo que si no tienes ni idea de vinos (mi caso) y no sabes qué llevar a una comida a la que te invitan, lleva un crianza de unos 2-3 años de antigüedad que nunca quedarás mal. Ni quedas de rata ni de demasiado espléndido al mismo tiempo que te ahorras el tiempo perdido delante de las baldas de vino mirando como lo hacen las vacas cuando pasa el tren. Con este nuevo consejo es muy sencillo: piensas en el año en el que estamos (parece fácil pero no lo es); le restas 2-3 años y te quedas con un grupo pequeño de vinos que elegir. Entonces sí, puedes guiarte por tu único criterio: lo bonita que es la botella.
Y aquí viene mi gran aportación al mundo. Cuando invitas a alguien a casa (ya sea una velada entre amigos o entre familiares o entre parejas) te debates entre poner música de fondo o no. Sabes que siempre da un toque más chic el hecho de tener una bonita música de fondo que acompañe a las conversaciones. Pero... ¿qué poner? Puedes optar por algo que a ti te guste mucho... y los invitados te dirán que les gusta. Pero no es verdad... A nadie le gusta que el anfitrión se emocione con la canción que está sonando justo ahora. Puedes optar por poner música que a ellos les guste pero te arriesgas a que se pongan a cantar entre ellos todas las letras y te dejen mirando el vino (de 3 años) con cara de "eresmiúnicoamigo") Puedes elegir el estilo equivocado, justo lo que no les gusta, puedes elegir un disco con canciones lentas pero otras estridentes....
Pues bien, mi briconsejo de hoy es que hay una opción con la que no vas a quedar nunca mal y vas a hacer la velada más agradable: Jack Johnson. Pon el Spotify o lo que sea y pones a sonar todas las canciones de sus discos. Todas con un ritmo pausado, dulce, fácil de escuchar (y fácil de ignorar si se desea)... No puedes quedar mal. Si vienen tus padres o tus abuelos, es una música tranquila que no les va a molestar. Si viene tu amigo alternativillo de medio pelo no te va a criticar por poner música comercial. Es más, igual hasta subes algún punto en su ranking de molones. Si les gusta Bisbal o Marc Anthony (¡Dios! ¡Qué grima me da este hombre!) les va a resultar llamativo. Y seguro que cuando ya estéis recogiendo os preguntarán "y ¿cómo dices que se llama?". Entonces, quizás, puedas aprovechar para deslizar sutilmente, como si no le dieséis ninguna importancia, una historia como esta: "Pues se llama Jack Johson. Resulta que es un antiguo surfista que se rompió una pierna y durante ese tiempo fue cuando consiguió ser bueno tocando la guitarra y empezar a componer canciones....". No me preguntéis por qué pero resulta que a casi todo el mundo le atrae esta historia.
He aquí mi gran aportación al mundo mundial. Así que, chicos, solo queda que Jack saque su guitarra y nos muestre como es su canción "Times like these".
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