viernes, 7 de agosto de 2009

Vacaaattiiiiiissss

Al igual que el año pasado, volveremos a hacer un blog durante nuestras vacaciones. Nos vamos a Nueva Inglaterra (USA) y os dejo el enlace por si nos queréis seguir (también tenéis el enlace de travelpod en el menú de la derecha):

http://travelpod.com/members/iba-jee

martes, 4 de agosto de 2009

Lecciones aprendidas en Valencia

Si se supone que la justicia tiene una parte educativa mediante la cual vamos aprendiendo a vivir en sociedad, mala lección nos han dado desde Valencia nuestros queridos jueces y políticos en relación al caso Camps. A partir de ahora, todos hemos aprendido que está bien aprovecharse de un cargo público en beneficio propio, siempre y cuando sepas echar la culpa a los demás, mentir hasta que te van cazando (y entonces, volver a mentir) y tener amigos donde son necesarios (leáse de la Rúa).

Tenía ganas de hablar de este tema porque llevo unas cuantas semanas indignado. Como dije en algún post anterior, lo peor no es que haya ladrones, sino que los supuestos responsables siguen actuando como si fuésemos tontitos: uno mintiendo, el otro no castigándolo, otros defendiéndolo... y realmente lo debemos ser porque funciona...

Hoy he estado leyendo las explicaciones de unos jueces para no condenar a una persona que ha aceptado regalos de elevado valor de una empresa condenada por corrupción y entre los que había relación comercial (me da igual que no sea directa si él es el jefe de todos). Así que cuando me empiezan a abrumar con leyes y sentencias formales que explican que esto está bien, yo lo que hago es olvidarme de las leyes y las gaitas marineras y pensarlo con sentido común.

A ver, ¿puede una persona aceptar un obsequio aunque esté en un cargo público? Bueno, yo diría que sí... entonces, ¿dónde está el límite? Pues, obviamente, el límite será diferente para cada persona. A un estudiante le puedes estar "sobornando" con un cubata y a otro con unas entradas para un Madrid-Barcelona. De todas maneras, regalos periódicos por 2.000€ suena a bastante dinero. ¿Puede aceptarlos si no hay relación comercial directa? Hombre, si se lo dan a la limpiadora será porque es maja. Pero si resulta que es el máximo responsable... ¿Qué le pido a un político? Que sea capaz y que sea honrado. Y si se puede, demasiado honrado. Puestos a pecar mejor pecar en exceso de mojigatería. Por lo tanto, emito mi veredicto (que no benedicto): está mal hecho y debe ser castigado.

Más triste me parece la educación de nuestra clase política. Ahora son unos pero antes fueron otros (y bien que robaron). Así que ahora sólo hablaré de los que están ahora, es decir, del PP. Triste es que un presidente acepte regalos que no debe. Triste es que el presidente de una comunidad mienta. Pero más triste todavía es que su jefe, y el que podía haber sido presidente de este nuestro país, no solo no le aparte de sus responsabilidades, ni tampoco intenta regular estas situaciones resolviendo futuros problemas, ni tampoco que encima le defienda... si no que encima va a por los jueces, los periodistas y los políticos que señalan lo que está mal. ¿Y todo por qué? Pues- perdonadme la expresión- por unos putos votos.... Sr. Rajoy, acérquese a la papelera y recoja sus principios y su moral, por favor.

Y entonces es cuando saco el cuchillo y me hago el harakiri porque empiezo a pensar que, no dentro de mucho, pasará lo mismo con otros partidos diferentes y volveremos a ver escenas parecidas (no sé los actores, pero pasará, no lo dudéis).... Y por eso llego a la conclusión de que somos tontos... ¡y encima lo saben!

Cuando estaba en el pozo del pesimismo, he leído un par de noticias que me han levantado el ánimo. Vale, no son la panácea pero animan:
  1. Un artículo de opinión del país que da, con visión constructiva, ideas para que los partidos sean capaces de regular esto y evitar futuros problemas. Y-esto es de mi cosecha- el que lo incumpla, fuera. Que no quieran trabajar con él.
  2. Una noticia de El Mundo en la que deja bien claro lo que está mal. Sobre todo viniendo de un periódico que tiene afinidad con el PP
Ya con aires optimistas :) me ha venido a la mente el código ético que implantó Obama y que, incluso, anuló las candidaturas de algunos de sus "elegidos" por cuestiones menores que unos miles de euros. Y es que, al final, a un cargo público se le debe exigir un extra de honestidad como requisito indispensable.

¡Pufff! ¡Qué alivio! Que a gusto se queda uno cuando suelta una parrafada así.... :D