lunes, 26 de abril de 2010

Palmadita en la espalda

Hay días y días. Hoy es uno de esos en los que me autoanimo. Y en el que creo que nos debemos autoanimar. Así que este post es una palmadita en la espalda. Porque creo que nos la merecemos. Pero no una palmadita de esas que nos "obligan" a quedarnos parados porque ya hemos terminado el trabajo. Sino una de esas que nos animan y nos impulsan. Una de esas que te provocan una sonrisa de satosfacción pero al mismo tiempo una mueca de seriedad por lo que todavía podemos alcanzar.

Todo esto viene porque me estoy leyendo un libro maravillos que me está dejando impactado. Se llama "El club de la miseria" y trata sobre los estados sub-desarrollados que aún quedan y sobre los que parece que se posa una losa inamovible. Así, analiza las "trampas" que se encuentran estos Estados y qué mecanismos tienen para salir: analiza cómo y cuándo es útil la ayuda económica externa, o cuando puede ser beneficiosa una acción militar. En fin, altamente recomendable.

El caso es que este libro empieza con una palmadita en la espalda de esa misma calidad. Y me ha parecido especialmente importante porque me ha abierto los ojos. Lo que señala es que hace unos 50 años 2/3 de la población mundial estaba subdesarrollada. Mientras que hoy en día (a pesar de las penosas situaciones) solamente 1/3 sigue en ese estado y el otro tercio ha avanzado muchísimo. Mientras tanto, también nuestra situación ha mejorado. Claro que tiene una parte negativa (sobre la que trata el libro, la que sigue atrapada) pero tiene una parte positiva y es que hemos conseguido que la mitad de los Estados que estaban en una situación horrible hayan conseguido escapar de ella y se nos acerquen.

No sé vosotros, pero yo tenía la percepción de que todo seguía igual de mal (salvo en casos puntuales como China o India) o que incluso empeoraba. Y leerlo me supuso una bocanada de aire fresco.
A partir de aquí tambié reflexioné sobre la situación de este nuestro Estado (piiiiii). Mirando atrás parece casi imposible imaginarse la vida de los años 60, donde estábamos infinitamente más cerca de "África" que de "Europa". Obviamente no somos una superpotencia pero más quisieran muchos países haber avanzado como nosotros, que lo hemos hecho tanto en riqueza como en derechos sociales. Vivimos como reyes y solo pensar que podíamos haber tenido 15 o 20 años más de dictadura nos habría "condenado" a un retraso espectacular.

Así que supimos aprovechar una oportunidad única y creo que eso es de agradecer a las generaciones que nos quitaron los mocos. Así que esta palmadita es incluso más necesaria en los momentos en los que vivimos.
También en lo que respecta al Medio Ambiente. Hace 20 años las reivindicaciones eran exclusivas de unos cuantos "pirados" con flores en la cabeza y ahora las flores las tenemos todos (o casi todos). Así que otra palmadita.

Y como decía, no es una palmadita de autocomplacencia sino de "Bien hecho, chaval, Continúa". Continúa luchando porque cada vez haya menos pobreza, el mundo sea más justo, más sostenible, nuestro país esté más desarrollado, haya menos gente en el paro, sea más innovador. Sigue luchando ante las injusticias, haz todo lo que puedas y sepas. Y, sobre todo, no dejes de pensar qué nosotros lo podemos hacer. Que el cambio empieza por nosotros. Que influimos más de lo que pensamos....
PD: las imágenes estñan sacadas de http://www.compfight.com

lunes, 19 de abril de 2010

Somos testigos del mundo

Desgraciadamente para vosotros, estoy de vuelta :). No avisé pero he estado de vacaciones y la vuelta al trabajo ha estado cargada de reuniones... no es excusa, pero me he hecho el remolón con el blog :)

Vuelvo a lo mío... el caso es que no sé si os ha pasado alguna vez que durante un viaje habéis presenciado una situación violenta o una injusticia y no sabéis qué hacer. A nosotros nos pasó en Vietnam: veías a niñas con señores mayores y gordos. Los veías tranquilamente en la calle y no sabías qué podías hacer... decirle algo, sacarles una foto en su cara, vociferar... Se siente bastante impotencia, la verdad.

Nosotros no hicimos nada. Ni sabemos qué debíamos haber hecho. Pero quiero dejar aquí constancia de la iniciativa Witness (testigo) en la que forman a la gente a filmar con cuidado aquello que consideran una injusticia. Con esto luego, "simplemente", intentan cambiar el mundo.
See it, Film it, Change it.