sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Y nosotros qué?

Creo que somos bastantes los que estamos preocupados por los resultados de la cumbre Copenague. Más bien diría que cansados, cabreados,... el tiempo sigue pasando y seguimos sin un acuerdo real, ambicioso, global... seguiremos con excusas durante unos cuantos años. Con un “reduce tú que a mí me da la risa” y otro “pues se me ha olvidado firmar. Tengo la cabeza...”.

De todas maneras, no quiero pronunciarme hoy sobre la incompetencia de los políticos que me produce hastío. Si no, más bien, sobre nosotros mismos. Independientemente de lo que acuerden los gobiernos, hay una gran parte del trabajo que nos corresponde a nosotros. El Gobierno nos puede dar bombillas eficientes para “educarnos”. Pero también podíamos demandarlas nosotros. El Gobierno puede fomentar la eficiencia energética en casa o la reducción de este consumismo que nos hace infelices por no tener un móvil última generación o la camiseta oficial de nuestro equipo de fútbol. Pero el hecho de que no lo haga, no debería justificar que nosotros no lo hagamos sin su ayuda. Tampoco de que no haya más proyectos de renovables. Ya que el dinero de la inversión vendrá de ciudadanos rasos o empresas particulares.

Obviamente, hubiese sido muy importante un gran acuerdo en esta cumbre. Pero eso no nos libera de nuestra responsabilidad. Es más, nos la aumenta. Nosotros también podemos marcarnos nuestros propios objetivos. Pero aquí es donde me entra una duda casi eterna ya que con o sin acuerdo político: ¿seríamos capaces de consumir menos? ¿de reciclar más? ¿de utilizar menos el coche y más el transporte público o la bici? ¿de utilizar menos jabones? ¿de reutilizar o reciclar el aceite? ¿de tener menos? ¿de aprovechar más las cosas? En definitiva, ¿seremos capaces de valorar el impacto medioambiental de cada pequeña acción que hacemos?

Quiero pensar que sí. Y quiero recordar los casos de Francia o Alemania que han reducido enormemente su huella. Pero no sé si en España estamos preparados. Somos unos niños mimados en un tren de vida en el que lo tenemos todo y no somos conscientes de nada. Donde el mejor es el que más tiene y el que más consume... Pero antes de que me bloqueen ideas negativas quiero ver el notable aumento del reciclaje en muchas zonas, el número de gente que realmente se preocupa. El hecho de que cada vez se vendan más productos respetuosos con el Medio Ambiente (como la ecobola de lavarrrrr :)) y de que hasta Quesos el Ventero se anuncie como respetuoso con el Medio Ambiente (¡tiene tela!).

Pero esto no se trata solo de la gente en general. Se trata de ti y de mí. Y yo te pregunto, ¿y tú qué? ¿Vas a consumir menos luz? ¿Vas a poner bombillas de bajo consumo? ¿O a cerrar la puerta del frigorífico? (éste lo digo porque yo soy un patán en esto) ¿O a comprar menos cosas? ¿O a convencer a tu vecindario para poner unas placas solares en el tejado? ¿O a coger el autobús para ir a trabajar? ¿O para ir al cine? ¿Vas a intentar apagar el grifo antes, ducharte en menos tiempo, no enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas, no limpiarte los dientes con el grifo abierto? ¿Vas a mirar a tu alrededor y analizar si de verdad necesitamos todo lo que tenemos, en casa, en el vecindario, en la ciudad, en el campo,...? ...Y, la más importante, ¿vas a ser capaz de rebajar tu nivel de vida por beneficiar a los demás?

Estas son preguntas que nos debemos hacer de manera sincera todo. Yo el primero. Y no necesitamos irnos a Dinamarca ni organizar un cumbre. Raro será el caso en el que alguien no encuentre cosas para hacer mejor sin engañarse a sí mismo.

PD: Las imágenes están sacadas de aquí y aquí