domingo, 23 de enero de 2011

Nuestro voto

Hace unos cuantos meses Julio Anguita apareció en el programa 59 segundos y dejó unas cuantas reflexiones interesantes. Venía a decir que los que realmente tienen el poder hoy en día no son los gobiernos, sino los mercados. Y que estos no se votan.

Esto puede derivar en muchas otras conversaciones: si realmente nuestro voto a los políticos sirve para algo si no cumplen con su programa, si realmente los gobiernos no tienen poder sobre los mercados,... pero me gustaría hacer otra reflexión:

Nosotros si podemos votar a los mercados. Es más, podríamos votarlos de una manera más efectiva que es en el día a día. Lo que quiera que sean los mercados, terminan siendo empresas/entidades que trabajan con otras, cambiando dinero, vendiendo o comprando bienes y es ahí donde se puede atacar.

Si sacamos la información de inversores o empresas que ejecutan injusticias (ya sea elevar la deuda de un país, empobrecer a productores locales, reducir la biodiversidad,...) y penalizamos tanto a ellos como a los que les apoyan, entonces estaremos votando. No solo comprar es votar, que también dicen en Territorio Gallego, si no que elegir un banco es votar, elegir un patrocinador es votar, apoyar una campaña es votar, ver la TV es votar, hablar es votar, denunciar determinadas prácticas es votar...

Es complejo, sí. Es mucho más fácil ir cada 4 años a unas urnas y meter una papeleta. Como dice alguno que yo me sé, es como "ser un cabrón todo el año y donar en Navidades unos euros a una ONG". La verdadera pregunta es si queremos hacernos responsables y votar todo el año o no.