sábado, 28 de mayo de 2011

Un día más cerca de Diana

Un día perfecto, que diría Lou Reed.... Por si alguno no lo sabía ayer nos casamos. No, no ha cambiado nada de lo que pensábamos acerca del matrimonio pero simplemente lo necesitamos para conseguir que Diana esté aquí con nosotros. Siempre-siempre....

Y así empezó nuestro día. Un viernes cualquiera, con la ropa que encontramos en el armario y un juzgado al que nos acompañaban nuestros padres y el hermano de Jaio. Sabemos que para muchos es el día más importante de su vida. Nosotros no lo sentimos así pero era un día con significado porque nos acercaba a Diana. Todavía quedan muchos pasos pero está en nuestra mano hacer que esos dias sean especiales o que sean un duro viaje por el desierto. Así que, ¿cómo hacer un día especial de uno con una boda que habíamos decidio no hacer? Cuestión de actitud o de filosofía, habrá que decir....

Tiene su encanto hacer una boda atípica. 5 acompañantes. Todos vestidos de calle. Con nuestra hija de casi 5 meses y con otra esperando muy lejos de aquí. Mi madre que se pone detrás del juez para sacarnos una foto y cuando nos queremos dar cuenta... ¡FIN! Tanto encanto tuvo que después de una mañana tristona y nublada salió el sol cuando nos despedíamos de los jueces...

Unas fotos junto a un árbol que siempre hay alguien que se pone melancólico. Un paseo, que no puede faltar en Donosti. Un pintxito en La cuchara de San Telmo... mmmm... Comida en un restaurante normal sin que nadie pueda adivinar que es una boda. Otro paseo, que estamos en Donosti. El resto lo hizo la el Ayuntamiento y la capitalidad cultural 2016. ¡Qué detalle! Gracias a ellos tuvimos bailables. Y como no podía ser de otra manera en nuestro día no sonó Bisbal sino Jamie Cullum, Sade, Nina Simone,... Y prontito a casa que nuestra luna de miel es acostar a la gordi.

Seguro que no es la boda esperada por muchos. Pero nosotros creamos un día especial a nuestra manera. Con nuestros gustos. Con nuestros valores. Ni mejores ni peores.

Diana está más cerca de aterrizar en nuestra casa para siempre... ese día sí que será una gran fiesta...

sábado, 21 de mayo de 2011

¿Y qué hay de nosotros? @15-M

Creo que no hace falta que diga lo contento que me pongo al ver todo lo que está pasando alrededor del 15M. Realmente me siento orgulloso de la forma en la que se ha desarrollado la protesta: con calma pero con firmeza, en el momento que hemos considerado oportuno y con una organización envidiable para no haber ningún movimiento detrás. Suena irónico que nos digan que somos improductivos y poco válidos y que, por lo tanto, debemos bajar nuestros escasos salarios cuando en un campamento improvisado la gente es capaz de organizarse tan bien. Ahí tenéis a líderes, ejecutores, gestores, planificadores, comunicadores,.... quizá lo que falta para desarrollar esas habilidades en el puesto e trabajo es la MOTIVACIÓN...

Sin embargo, como ya se está haciendo tanto peloteo hasta desde los medios tradicionales, me vais a dejar que no lo haga en este post. Durante estos días ha quedado por fin claro que no nos gusta el sistema que vemos. Independientemente del partido político. También se han propuesto algunas ideas. Bien. Yo el mensaje que quiero lanzar hoy es el siguiente: hemos criticado de manera nítida lo mal que lo hacen los otros pero.... ¿seremos capaces de mirarnos el ombligo y trasnformarnos también a nosotros mismos? ¿O caeremos en el común error de echar la culpa de todos nuestros problemas a lo externo? Por ejemplo:
  1. "Odiamos" a los bancos tradicionales pero seguimos dejando nuestros ahorrillos allí cuando hoy en día existen bancos como Triodos o Fiare que se rigen por criterios totalmente distintos: solo prestan dinero a iniciativas que aporten algo a la sociedad (y no a la construcción de nucleares, a la fabricación de armas, a empresas del sector financiero tradicional,...). No necesitan una obra social que les permita el barra libre en el día a día. ¿Seremos capaces de tomar decisiones que cambien nuestros hábitos y los alineen con nuestros principios?
  2. Queremos renovables y no nucleares. Está genial. Pero hoy en día tendremos un 20% de producción de nucleares. ¿Estamos dispuestos a reducir nuestro consumo para no necesitar ese 20%? ¿O seguiremos pensando que para qué reducirlo si total el vecino seguirá consumiendo un montón?
  3. Queremos que las empresas no miren solo su bolsillo y que tengan fines más sociales. Para así desarrollar nuestras carreras en algo que nos motive y que beneficie a toda la sociedad. Pero,... ¿tendremos en cuenta estos criterios a la hora de comprar un ordenador, un móvil o fruta? ¿O seguiremos comprando un apple porque es más chic (perdón Iranzu ;)) o tal producto porque es más barato?
  4. Pedimos participación en la política más allá de 1 vez cada 4 años. Tenemos algo que decir. Y me pregunto, ¿dedicaremos tiempo a esta labor si nos ponen los medios para ello? ¿Dejaremos de estar en facebook 10 minutos para entrar a una web del ayuntamiento, ver los cambios que proponen, informarnos, proponer mejoras de forma enriquecedora y dar nuestra opinión sobre la mejor de las opciones?
  5. En unos pocos años la gente que está en esas plazas y las que seguimos con entusiasmo el movimiento 15M seremos los que en unos años estaremos dirigiendo el país. Sí, seremos gerentes de empresas, directivos, responsables de comunidad, brazos derechos, creadores... ¿nos acordaremos de todo esto entonces o simplemente heredaremos los viejos hábitos que no nos gustaban?
  6. Queremos que el mundo sea un lugar para vivir pero quiero entender que no solo para nosotros sino también para los demás. Actualmente si todo el mundo viviese como el español medio, necesitaríamos 3 mundos... ¿Estamos dispuestos a compartir? ¿Estamos dispuestos a rebajar nuestro nivel de vida - que no nuestra calidad de vida- para que podamos vivir todos de una manera decente en vez de nosotros como unos reyes y otros como unos esclavos?
Estas son las preguntas que incendian mi cabeza. Sinceramente creo que SÍ seremos capaces. No en un día ni en dos. Pero poco a poco lo haremos. Obviamente, para todo esto hace falta valor y buena intención. Pero si algo nos han enseñado estos días es que en este país valor y buena intención sobran a raudales. No los desaprovechemos.
PD: Imagen sacada de aquí

martes, 17 de mayo de 2011

¿Y si dejamos de ser raros?

Vale que no somos los frikis del pueblo. Ni visionarios. Pero a veces uno se siente bastante incomprendido cuando decide llevar a cabo proyectos o acciones que se salen de la norma. Dependiendo de a quien, el no casarnos y dejar de hacer una boda que no queremos hacer le supone un desfachatez. E incluso algunos se sienten juzgados. Para otros acoger a un niña rusa es una locura. Y me imagino que casarnos solo con los testigos después de haber tenido una hija biológica y otra en acogida solamente porque es un requisito para la adopción de esta segunda... pues de rarito.... bueno, de lo de los no-regalos mejor ni hablo después de todo el polvorín que levantó... dejémoslo estar... y nuestro proyecto de reducción de impacto medioambiental creo que nos ha creado la imagen ante algunos de ser unos NoImpactMan versión cañí.

El caso es que quiero lanzar dos reflexiones. Una, que todos somos raros... Sí... ya sea por el facebook, en confidencia o en una charla informal llegan a mis oídos historias similares de gente normal. Se sienten incomprendidos y solo piden vivir la vida como ellos creen que deben vivirla porque con ella no hacen daño a nadie, sino todo lo contrario. Todos somos raros PEEEEROOOOO... todos solemos colaborar en que los demás se sientan raros. Es como en el cole. Todos nos hemos sentido insultados en algún momento pero, en alguna medida (y aunque nos cueste reconocerlo), hemos colaborado a que otros se sientan así. Sí, no eramos el matón de clase pero no eramos siempre y en todo momento los defensores. Ver "If you really knew me" para una mayor escenificación. Con esto quiero decir que nos miremos también el ombligo.

Segunda reflexión: En cosa de 24 horas nos enteramos Jaio y yo de noticias tan diversas como que el Príncipe Guillermo y su ahora esposa Kate no aceptaban regalos en su boda o que ella llevará anillo y él no; o que en el mercado de San Martín estaban dando tuppers para que la gente comprase siempre con ellos el pescado. Como hacíamos nosotros con las bolsas. Cuando llegó una de las últimas noticias Jaio me miró, con la profundidad de los que van a decir una frase que pasará a la historia,y me dijo: "¿Qué pasará cuando dejemos de ser raros?"... ¡qué pedazo de pregunta! Parece chorra pero tiene más filosofía dentro que "Así habló Zaratrusta"... y me costó responder...

Me vienen dos cosas a la cabeza. La primera es que ojalá dejemos de ser raros. Sobre todo en lo de los regalos y en lo de reducción de impacto. ¡Qué más querríamos! La segunda es que una vez que te dan palos por todas partes por hacer lo que crees sin perjudicar a nadie lo que ganas es en desparpajo para hacer continuamente lo que crees conveniente. Así que estoy seguro de que encontraremos nuevos retos para seguir siendo un poco raros... ¡y que sea por mucho tiempo! :)