jueves, 9 de septiembre de 2010

Seres racionales

Los humanos somos seres racionales. Por definición. Lo que pasa es que unos más que otros. Yo me considero dentro del grupo de los "racionales por encima de la media". Para lo bueno y para lo malo. A mí me gusta ser así. No digo que sea lo mejor. Sino que es parte de mi filosofía.

En general, solemos ser más objetivos, tenemos más templanza, sufrimos menos estrés. Pero también prestamos menos atención a las emociones. Las reprimimos. Podemos parecer distantes o carentes de empatía. A veces demasiado duros y también menos creativos. Y necesitamos siempre una justificación empírica... ¡qué os voy a contar!

Como me gustan muchas de las cosas positiva de ser así no tengo intención de cambiarme de bando pero si que me gustaría ir limando mis aristas emocionales poco a poco. O ir entendiendo por qué es bueno limarlas ya que, al fin y al cabo, es la única forma en la que nosotros, los petardos-racionales, podemos cambiar nuestros hábitos.

Todo esto viene a cuento porque debo admitir que, desde no sé cuando, tengo un bloqueo emocional que me impide llorar si hay otra persona al lado llorando. Da igual que sea algo que me afecta mucho o poco. Y, no es solo eso, sino que me detiene cualquier sentimiento de pena. Simplemente siento que tengo que contener toda emoción para poder ayudar a la otra persona. Olvido mi pena completamente y mi cuerpo dice estonovaconmigo.

Cuando le contaba esto a nuestros queridos amigos Janice y Asher, este último, que es de los míos (y como tú Jaime, que no te escapas) escuchó atentamente lo que le narraba y, refiriéndose a esa parálisis mental, dijo: "Tiene sentido". Y yo pensé, ¿a que sí?. Tiene todo el sentido del mundo... y días después me di cuenta de que ese es nuestro principal problema: ¡¡que todo debe tener sentido!!. Que no somos capaces de entender que a veces tiene sentido lo que no tiene sentido.

Y en esas ando yo. Intentando luchar contra mí mismo. Tarea de titanes porque es contra mi propio subconsciente... Por ejemplo. el otro día se fue Diana de vuelta a Rusia. Y en el aeropuerto volvió Jaione a ser más rápida. Empezó a llorar y no pude ser yo el primero. Sin embargo, di un primer paso... pequeñito ...sentí pena y ganas de llorar mientras Jaione lo hacía... pero ahí me quedé. Ni una lágrima... :S

Bueno, poco a poco. Es un primer paso. El segundo es éste: hacerlo público. Creo que me ayudará en el futuro. Tiene sentido ¿no? :)

PD: las imágenes están sacadas de aquí y aquí

2 comentarios:

Cris dijo...

Como fiel abanderada del otro bando... ;)
...Yo tampoco me pienso cambiar al vuestro y eso que me trería muchos menos quebraderos de cabeza...pero es que mi corazón vive de reir y de llorar. De tener alegrías y sentir tristeza. Las emociones son como una rosa con espinas, pero es lo que le hace estar viva y florecer en tonos que deslumbran y que hacen brillar los ojos...
Por eso os invito, queridos guerreros estoicos, a montar en nuestra montaña rusa de vez en cuando. Quizás la primera vez sintais vértigo...pero merecerá la pena...
Dejarse llevar por los sentimientos hacia los demás hace crecer a las personas y llenarse de energía y buenas vibraciones.

Anónimo dijo...

Hola!
Si me das tus datos de contacto te escribo yo (apareces como anónimo). En principio no tendría ningún problema.
Gracias.
Iñigo