miércoles, 17 de junio de 2009

¿Dónde está la revolución?

Antes de empezar este post debo aclarar que no soy católico ni cristiano y que la lejanía es la que me permite hacer estas valoraciones sin ninguna acritud. Lo que hoy escribo aquí no se refiere a una persona en concreto ni nadie debería sentirse aludido. Es simplemente una reflexión general que me da que pensar y que quiero compartir con vosotros.

El tema es el siguiente. Yo soy el primero que piensa que la cúpula de la Iglesia, aquellos que salen en los periódicos y hablan ante un gran público, tiene un mensaje anticuado, incoherente y, en algunos puntos, equivocado. Obviamente no me refiero a si Jesús es realmente hijo de Dios o el mensaje de este sino a las verdades que transmiten en asuntos como el preservativo o en acciones como los abusos (y su ocultación) y el gasto del dinero que gestionan (¡ojo! fieles y no fieles. Que en España nos queda bastante para ser un país laico).

Que yo piense así puede ser algo relativamente normal ya que no soy católico (aunque siga apuntado en una lista porque el trámite de desapuntarse es bastante farragoso para lo que voy a ganar). Me permito hacer este comentario porque veo (y escucho) que muchos católicos, e incluso miembros de las "bajas" esferas de la Iglesia, están en total desacuerdo con la jerarquía eclesiástica. Por eso, no entiendo porque no se intenta realizar un cambio en la Iglesia católica. Porque no hay nadie que se rebele contra esto y proponga reducir el gasto interno de la Iglesia y dedicar lo ahorrado a más acciones humanitarias.

Alguien o algunos que diga/n que el Papa se equivoca con su mensaje sobre el preservativo y que no se cree/n que el Papa no se puede equivocar. Que se le obligue a ser juzgado por sus fieles al igual que lo es un político. Que se atreva a condenar de manera clara y rotunda los abusos (sexuales o no) cometidos por integrantes de la Iglesia, en lugar de ocultarlos y dejarlos en su seno. Y que giren los altos mandos de la Iglesia hacia los más necesitados y sienta como suyos los problemas de los que sufren. Es decir, que representen de verdad a los católicos que están detrás suyo.

Que permita que haya mujeres sacerdotes, si es que alguna lo quiere. Que defienda el derecho de éstas allá donde va y que predique con el ejemplo: ni un solo alto cargo es mujer. Y, sin embargo, quizás el mayor embajador del catolicismo del siglo XX ha sido una mujer: Teresa de Calcuta. Eso sí, a pesar de la jerarquía eclesiástica.

¡Ojo! No estoy echando en cara a nadie que no lo haya hecho sino que reflexiono en voz alta y me extraño porque no haya ni una sola persona que lo haya hecho de forma clara. Fieles tendrá seguro. Y digo esto, no porque lo piense yo (que también, claro) sino porque tengo la impresión de que lo opinan una amplia mayoría de católicos.

Pues eso, quizá la próxima gran figura del siglo XXI será el/la que cambie la Iglesia. Como decía el de Vaya Semanita: "Que a mí ni me va ni me viene... pero por comentar..."

2 comentarios:

LoBo´s back dijo...

yo mas que cambiarla, la borraría del mapa.

http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=3570

Anónimo dijo...

Como se ve que alguno es tímido para opinar :) dejo aquí un enlace con el que quiere llevarme la contraria :D

http://www.asiaf.es/espiritualidadMisionera.php?idCom=8

Gracias!